lunes, 28 de marzo de 2016

Un libro que nadie conoce...


Una de las cosas que más me gustan del mundo es leer… y además últimamente he abandonado el libro electrónico, porque necesitaba “el olor a libro” :)



El otro día leí una de estas publicaciones que se comparten en las redes sociales, que entre otras cosas, decía: “Al final, te darás cuenta que las pequeñas cosas son las más importantes; una conversación a las dos de la mañana, una sonrisa cómplice y espontánea, un libro que nadie conoce, pero se convierte en tu favorito o incluso un café que te tomas solo. Pequeñas cosas que causan grandes emociones.”

Pues sobre una de estas cosas quería hablaros hoy, sobre el libro desconocido que te encanta… Es este, Una semana de invierno de Maeve Binchy.



Lo compré por casualidad hace dos veranos… No sé si os pasa pero yo, me voy un mes de vacaciones y me llevo 4 o 5 libros, cómo si no fuera a hacer otra cosa… y vuelvo con la mitad sin leer, claro está. Y sí, se convirtió en uno de mis favoritos. Me ha pasado como con otros muchos (La Casa Veneciana, Los buscadores de conchas…) que consiguen que te encante trasladarte a ese lugar, esa casa, ese paisaje, esa compañía… Y éste , sin ser de intriga, te cuesta dejar de leerlo… Totalmente recomendable. Me encantaría conocer el vuestro…

Como siempre, gracias por vuestras visitas y comentarios.

Un beso y hasta pronto!!

jueves, 24 de marzo de 2016

LINO EN BASTIDOR



Siempre me ha encantado el lino. Creo que es mi tela favorita, a pesar de lo mucho que se arruga... El utilizarlo para un cuadro para bebé en bastidor se me ocurrió al ver uno de una casa muy  "country"en un escaparate de una tienda.

El primero lo hice para mi sobrino, que ha llegado cuando ya había perdido la esperanza de ser tía y encima soy su madrina :). Después he hecho varios más, siempre para personas muy queridas. Soy incapaz de hacer algo a mano y dedicarle un tiempo que para mí es muy importante, para el típico regalo para alguien con quien tienes que “cumplir”.



Se trata de una alternativa a los cuadros de punto de cruz que se hacen para regalar a un bebé, aunque se pueden hacer para cualquier cosa. Están bordados con el punto hacia atrás o pespunte (el más fácil de todos), en un único color y con alguna aplicación pequeña de tela bordada con punto de festón (otro súper fácil). En el tablero "Bordados y Puntadas" de La elegancia del Gris en Pinterest podéis recordar cómo hacer estas puntadas.

Me encanta el punto de cruz, pero éstos tienen la ventaja de la rapidez, puedes decidir hacerlo en un fin de semana para un regalito improvisado. Esto con el punto de cruz es imposible, a no ser que no duermas en todo el fin de semana :) y ni así, creo yo. He hecho un montón de cuadros a punto de cruz, es una labor muy bonita, pero para disfrutarla sin prisa… Otra cosa que debe estar relacionada con mi manía con el Gris, es que ahora me encanta hacer proyectos que no sean interminables, cosas que vea en poco tiempo el resultado…

Otro punto a favor importante es que es más barato, porque no tienes que comprar un montón de hilos de colores y sobre todo, porque no hay que enmarcarlo… se queda en el bastidor!! Y el más grande no llega a 6€.

Es muy fácil y agradecido, lo bonito que queda con poco esfuerzo.

Vamos a verlo…

Necesitamos:

Dibujo impreso que elijamos. Os pongo aquí el que utilicé para el osito, tomado de la red



y la plantilla de números y letras, tomados también de Pinterest.


Si queréis ver en Pinterest el Tablero “Bordados y Puntadas” de La Elegancia del Gris, podéis ver los que he seleccionado para vosotras. Espero que os gusten.

Tela de lino o tela de algodón color lino. Mide el bastidor y compra la medida que tenga más 10 cm, para que sobren 5cm por cada lado.

Hilo de bordar a punto de cruz en el color que elijas. Yo los he hecho en azulón (una casita) , en celeste (un osito) y en rosa (niñas con paraguas). El que queráis!!

Fixelina de doble cara (o papel adhesivo de doble cara): Es un papel que tiene pegamento por ambas caras y se pega con la plancha. Se puede encontrar en tiendas de patchwork y mercerías. Y cuidado que engancha!! Están fácil usarlo que crea adicciónJ

Trocito de tela para una o varias aplicaciones en los mismos tonos que el color del hilo elegido.

Boli que se borra con la plancha: En tiendas de patchwork, mercerías y papelerías.

Lazo, si queréis ponérselo.


PASO A PASO


Primero el Diseño:

Pintamos con el boli en la tela el contorno del bastidor y cortamos el trozo de tela de lino a la medida del bastidor más 10 cm.

Ahora vamos a calcar el dibujo cuadrándolo en el contorno del bastidor que hemos pintado. Medir el margen de tela a ambos lados del dibujo para que no nos quede descentrado, tener en cuenta que el bastidor es el marco dónde se va a colgar la labor. Se puede calcar en el cristal de una ventana, pegando el patrón y la tela al cristal con cinta de carrocero. Yo lo hago en una mesa bajita con cristal y le pongo debajo una lámpara de estudio de los niños:), una caja de calcar casera!!



Si le vais a poner nombre y/o números (fecha de nacimiento, por ejemplo) podéis buscar modelos en la red. Os pongo el que yo uso normalmente, me gusta porque parece escrito a mano. Podéis ampliar o reducir, en función del tamaño del cuadro. Yo lo tengo impreso en un folio entero y en medio folio. Así lo utilizo grande o pequeño en función de lo que vaya a hacer.



Tened en cuenta que podéis borrarlo si os habéis equivocado o si queréis cambiar algo. Sólo hay que plancharlo y desaparece!!

Bueno, ahora toca decidir que parte del dibujo queremos poner de aplicación de tela. En este caso, la ropita del osito. Calcamos sólo ese trocito o trocitos en la fixelina, poniendo la parte rugosa hacia arriba, es decir, “marcamos” con el boli en la parte rugosa. Esto es para que cuando lo peguemos tenga la misma orientación y no en “espejo”, al revés de cómo debería estar.

Recortamos esa figura en la fixelina, sin margen de costura ni nada. Ahora ponemos la tela con el revés hacia arriba y la fixelina encima con la parte rugosa hacia abajo. Es decir, el revés de la tela y la parte rugosa de la fixelina en contacto, fijaros bien porque si no, no sirve.

Planchamos ese trocito y ya están pegadas las dos!!



Recortamos el trocito de tela con fixelina también sin margen de costura. Retiramos el papel de la tela (yo pincho en el centro con un alfiler y rasgo el papel para quitarlo. Podéis ver que el pegamento se ha quedado en la tela. Ya tenemos nuestra aplicación para pegar en el cuadro!!



Ahora, la parte más bonita… A bordar y decorar nuestro cuadro:

Lo primero es bordar todas las líneas del dibujo que hemos trazado con el boli, con el color que queramos y la puntada hacia atrás. No podemos pegar la aplicación hasta que hayamos bordado todo el cuadro (o lo que esté cerca de la aplicación, porque con la plancha que necesitamos para pegar la aplicación, se borra la plantilla del bordado!).



Una vez terminado el bordado, pegamos la aplicación en su sitio, con el derecho de la tela hacia arriba y el pegamento en contacto con la tela del cuadro. Bordeamos a punto de festón para fijarla y decorarla.



Sacamos la tela de nuestro cuadro del bastidor y planchamos toda la tela por detrás, colocamos centrada en el bastidor y cosemos la parte trasera.

Para ello necesitamos otro trozo de tela con la medida del bastidor más 6 cm., pintamos el contorno del bastidor y cortamos en círculo con 3 cm todo alrededor como margen de costura. Colocamos con alfileres con el margen hacia a dentro y cosemos a puntada pequeña. Yo a veces he utilizado la misma tela de lino y otras la tela de la aplicación o en los mismos tonos.



Planchamos la trasera ligeramente una vez cosida, por si quedan marcas de bolígrafo y… Terminado!!! Si queréis poner un lazo, le cortamos las puntas con unas tijeras de zig-zag y a envolver en papel de seda y entregar a su lindo destinatario!!



Sólo agradeceros las visitas al Blog y vuestros comentarios!!

Un beso y hasta pronto!!



domingo, 20 de marzo de 2016

DIY de Caja de jamón a Paragüero



Hola, cómo estáis? Yo ilusionada con este proyecto pero, sobre todo, agradecida, Hoy hace una semana que publiqué mi primera entrada y ya he tenido más de 5.000 visitas, me parece mentira!!
El poco tiempo que tengo, porque esta semana he estado hasta arriba, como siempre, lo he pasado organizando las cosas que quiero publicar y dándole vueltas a qué cosas publicar antes o después… Como se trata de compartir lo que me gusta hacer, pues empezamos…

La entrada de hoy es sobre DIY Reciclaje, para dar una segunda oportunidad a algo que ya no sirve.

Quería enseñaros cómo una caja redonda de un jamón que le regalaron a mi hermana en Navidad ha pasado a ser en un paragüero/bastonero para el recibidor de mi casa… Desde que vi la caja en la cocina de su casa, le dije que no la tirara… se me encendió la bombilla, seguro que os ha pasado…

 

Aunque en Sevilla no llueva mucho, también aquí necesitamos tener paraguas cerca de la puerta de la calle para cogerlo cuando hace falta. Basta que los guardes, para que llueva :). 
Tenía un paragüero de hace muchos años, de forja, que dejaba a la vista todo y que está muy bien para tener uno o dos bonitos… Pero cuando empezó a aumentar la familia y de los dos bonitos pasas a tener 8 paraguas de Ikea de los niños metidos a presión en él, la imagen del recibidor deja mucho que desear. Hace mucho que se los compro en Ikea, porque son súper baratos, grandes, automáticos, no es que sean preciosos pero son lisos de un color y , como los pierden cada dos días, así no me llevo ningún disgusto.

Bueno, pues quería algo que los “escondiera”. Así se me ocurrió tunear esta caja de un jamón, de cartón y con un cierre arriba de hojalata que a mí me parece original. Si, ya sé que el cartón no se puede mojar… por eso he puesto antes bastonero :). El famoso paragüero de forja (que ya era de la familia, jajaja) lo he puesto fuera en la calle, para que los pongan mojados. Era negro y lo he pintado de blanco para que se “perdiera” con el blanco de la fachada de fuera y ya está.
Cuando se secan , pasan a su nuevo sitio y todo ordenado. La verdad que con esa “tontería” hay que ver el cambio que ha dado el recibidor... Aquí se ve el cierre, lo único que no he aprovechado es el círculo que hace de tapadera de la caja, pero no le he tirado... para algo lo utilizaré.



Y Lo bueno de reciclar es que, como está todo perdido porque iba a acabar en la basura, si sale bien tendrá otra oportunidad y si sale mal, pues a su lugar natural, la basura. Así que a trabajar tranquil@s que no hay nada que perder…

La idea de compartir esto no es que hagáis el mismo bastonero (si es que os gusta) porque, además, no es la habitual “caja de jamón”, sino que veáis por un lado, que la Chalk Paint (pintura de tiza) se puede usar sobre casi todo (en este caso, cartón) y que con la pasta de relieve y una simple plantilla se pueden hacer cosas muy bonitas. Yo he hecho también con esta pasta el marco de dos espejos y la tapa de la típica caja de vino (esa sí es fácil de encontrar) dónde he guardado todos los accesorios de móviles (cargadores, cables USB, fundas). Os los enseñaré en próximas entradas, si os quedáis por aquí.

Vamos a ello…

Necesitamos:

Plantilla de esténcil (aunque no suelo comprar en los chinos, pero ésta la vi tan bonita y tan barata que no me pude resistir).

Pasta de relieve (la tengo de hace un montón de tiempo, pero podéis comprarla en cualquier tienda de manualidades. Seguro que no tenéis problema para encontrarla, pero cualquier cosa me lo decís e intentaré ayudaros)

Pintura a la tiza (yo utilicé Chalk Paint, de Annie Sloan) Lo de esta pintura merece un capítulo aparte…De verdad que hay un antes y un después de esta pintura para mí. Es verdad que no es barata, pero cunde muchísimo y no hace falta ni dar imprimación. Yo la compro por internet y estoy encantada. Es verdad que hay otras marcas: Mary Paint, Auténtico, Chalky de Leroy Merlin... Yo no las he probado, pero si lo hago os lo cuento. Y si vosotras contadme también las que hayáis probado...  
La de Annie Sloan es que tiene unos colores preciosos y es super resistente. La lata grande creo que ronda los 23 o 25€, pero yo con una por ejemplo, he pintado una mesa bajita de éstas de delante del sofá y un mueble de TV con las puertas de celosía y me ha sobrado media lata... es decir, que cunde un montón. Por no hablar de que han quedado preciosos, en color París Grey (Gris París, jajaja)

Lija fina, cinta de carrocero

Cera blanca ( en Leroy Merlin o cualquier droguería)

PASO A PASO

Primero fijamos la plantilla de esténcil, ésta traía una especie de pegamento por el borde para fijarla, si no con cinta de carrocero, y cubrimos con pasta de relieve. Es muy fácil. Rellenas con masilla todo el dibujo de la plantilla, lo extiendes bien con una espátula y queda así.



Con mucho cuidado retiramos la plantilla y ya tenemos nuestro relieve. Dejamos secar hasta que esté seco al tacto. 



Después le di una mano de Gesso blanco (es una especie de imprimación). Tengo que decir que se lo puse porque lo tenía, pero si utilizáis la misma pintura que yo, ya os digo que no hace falta. Y cuando seca lo lijamos un poco para dejar todo el relieve al mismo nivel (siempre quedan algunas “montañitas” que hay que igualar). Tampoco os paséis lijando, porque después de pintar ya lijamos más fuerte para “sacar” el blanco del relieve.


Y ya, la pintura. Ya he dicho que yo utilicé Chalk Paint de Annie Sloan, el color Duck Egg. Es un color entre verde y azul que a mí me parece precioso, aunque en las fotos no se aprecia bien el tono.
Dos manos fueron suficientes porque esta pintura cubre muchísimo. Personalmente pienso que vale lo que cuesta.



Lijamos con un taco de lija fina hasta que se vea el relieve blanco de debajo... a gusto de cada una, para que se vea mas o menos... Aquí se ve como lo dejé yo





Después una mano de cera blanca, un paño de algodón para sacar un poco de brillo y terminado!!



Más fácil imposible. Espero que os guste y que os animéis a reciclar con esta técnica cualquier cosa que se os ocurra. En este caso era cartón pero puede ser madera, hierro o incluso plástico.

Muchas gracias por vuestros comentarios.

Un beso y hasta pronto!



sábado, 12 de marzo de 2016

Bienvenidos



Llega un momento en el que decides hacer lo que te hace feliz, sin dar demasiada importancia a lo que piensen los demás… Es el momento en el que he descubierto el color gris… ahora me parece elegante y glamuroso. En esta última época he pintado muebles, paredes, hasta he hecho una alfombra de grannys de ganchillo con cuerda de algodón gris… una especie de enfermedad…

El nombre del blog es un guiño a esa edad, al final de los cuarenta, la edad en la que valoras más las cosas pequeñas, la edad en la que ya no tienes todo el tiempo del mundo y… la edad en la que a mí, me encanta el gris…

Así empieza este modesto proyecto, para compartir cosas bonitas, ideas, proyectos, aficiones… Me divierte el fenómeno DIY (hazlo tú mismo), las posibilidades son infinitas.

Heredé de mi padre dos grandes pasiones, la lectura (desde que era niña y empecé mi colección de libros de Los Cinco) y la restauración de muebles (se me van los ojos detrás de cualquier trasto antiguo, soy de las que recojo trastos de la calle si les veo posibilidades).

También he redescubierto hace poco el ganchillo, que aprendí de mi abuela, y que vuelve a estar de moda… He tejido alfombras , cestos, algún bolso y un par de mantoncillos que me encantan… Me relaja, tiene pinta de estar relacionado con lo del gris…

Y por último, mi nueva afición, que descubrí hace más de un año y a la que también estoy enganchada, el Patchwork. Me he comprado una máquina de coser y estoy encantada (sobre todo, sorprendida, porque la costura nunca fue mi fuerte. Que se lo digan a las mojas de mi colegio…)

Me han animado mucho mi hija María y mi marido, lo hacen en casi todo lo que hago… También mi cuñada Marta, una artista.

Espero que compartamos trucos, patrones, fotos, ideas…y que a l@s que tenemos aficiones comunes, nos ayuden a ser un poco más felices.


Gracias por quedaros.